Es de todos sabido, que el principal alimento para un bebé desde su nacimiento hasta los dos años de edad es la leche materna. No solo sus atributos anatómicos y efectos psicológicos y nutricionales en esta temprana etapa del desarrollo son reconocidos, innumerables pruebas médicas así lo avalan. Sin embargo, existen diversas causas que entorpecen el desarrollo normal de llevar a cabo esta fundamental tarea materna.
Enfermedades (maternas o propias del bebé), hábitos propios de cultura alimentaria en esta etapa (familiares y geográficos), compromisos laborales maternos y otras circunstancias llevan a modificar esta condición “natural” de alimentación. De inicio los padres no se obligan a seguir en forma absoluta la lactancia materna, complementan con fórmula en cada toma o la alternan a su gusto y comodidad. Posteriormente a partir de los seis meses, le dan prioridad a la alimentación de sólidos olvidándose que el periodo de lactancia es fundamental y prioritario los dos primeros años de vida. Y que la ablactación es un complemento de su alimentación y en muchas ocasiones no es prioritario. El acudir con nosotros te da un orden y orientación para saber cómo utilizar estas herramientas en la alimentación infantil de esta etapa tan importante.
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